La nueva Ley de Startups en España , impulsada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y aprobada definitivamente por el Pleno del Congreso este mes de diciembre, busca impulsar el emprendimiento y la innovación en el país, atrayendo talento e inversiones internacionales.
Esta apuesta pasa por simplificar los trámites para la constitución de este tipo de empresas e introducir incentivos para emprendedores y empleados de alta cualificación. Se espera que entre en vigor a comienzos de 2023.
¿Qué empresas se consideran startups según la ley?
Para ser considerada startup y acogerse a este nuevo marco regulatorio, una empresa debe reunir los siguientes requisitos:
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Ser innovadoras, ya sea en el desarrollo de productos o en la prestación de servicios.
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De nueva creación o con una antigüedad que no supere los 5 años (7 si se encuadra dentro de un sector considerado estratégico).
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Tener la sede social, establecimiento permanente y la mayor parte de la plantilla (al menos un 60%) contratada en España.
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Que no hayan distribuido dividendos y no coticen en Bolsa.
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Con un volumen de negocio máximo de 10 millones de euros.
Las empresas de estas características, que se constituyan acogiéndose a los estatutos tipo por vía electrónica, verán agilizados los trámites administrativos. Contarán con una ventanilla única y telemática para poder certificarse.
Principales claves de la nueva Ley de Startups
Tal y como queda recogido en esta Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes , la atracción y retención de talento es uno de sus ejes vertebradores. Con este fin se flexibiliza la obtención del visado y la residencia. Esto también incluye a españoles no residentes durante 5 años o más.
Por otro lado, el requisito para inversores no residentes que exigía obtener el Número de Identificación de Extranjeros (NIE) deja de ser obligatorio, por lo que solo se les pedirá un número de identificación fiscal (NIF) y el coste de aranceles notariales y registrales mínimo.
Se incorporan también una serie de beneficios fiscales. Una de las principales ventajas para las empresas es que se reduce el tipo impositivo en los impuestos de sociedades y sobre la renta de los no residentes, que pasa del 25% general al 15% en los primeros cuatro ejercicios con base imponible positiva.
El importe de la exención de tributación de las opciones sobre stock options aumenta de 12.000 a 50.000 euros anuales. Esto es algo que tener en cuenta en el caso de entrega por parte de startups de acciones o de participaciones derivadas del ejercicio de opciones de compra.
También se eleva la base máxima de deducción por inversión en empresas nuevas o recientes de 60.000 a 100.000 euros al año y el tipo de deducción del 30 al 50%. Se busca potenciar, especialmente, el emprendimiento rural.
En resumen, la nueva Ley de Startups en España busca fomentar el emprendimiento y la innovación en el país, ofreciendo un marco legal y fiscal favorable para su desarrollo. Con esta normativa se espera impulsar el crecimiento y la competitividad de las empresas innovadoras, contribuyendo a la generación de empleo y riqueza.