El Ministerio de Hacienda ha publicado una nueva orden que afecta al sector empresarial español, en especial a las PYMES que facturan menos de seis millones de euros anuales. Y es que la Agencia Tributaria tendría previsto retrasar, al menos hasta 2026, la obligatoriedad del envío automático de facturación. Esta medida, que surge de la Ley de lucha contra el fraude fiscal, trata de mejorar la trazabilidad y verificación de la facturación empresarial en el país. Toma nota de este cambio en el calendario y los requisitos técnicos que se deberán implementar.
Nuevas fechas clave
Según la normativa, el 29 de julio de 2025 los desarrolladores de sistemas de facturación deberán adaptar sus productos a los requisitos técnicos de la Agencia Tributaria, lo cual implica incorporar las funcionalidades necesarias para el intercambio automático de información fiscal. Esto tiene como objetivo asegurar que los datos contables estén listos para ser remitidos al fisco “de forma ágil y transparente”.
No obstante, la obligación para las empresas de remitir sus facturas de manera automática sigue teniendo una fecha tentativa de entrada en vigor para el 1 de julio de 2025, generando un desfase entre las dos obligaciones. Dado que este plazo es anterior a la implementación obligatoria de los sistemas de facturación, se espera una modificación normativa que sincronice ambas fechas y que previsiblemente trasladará esta obligación al 1 de enero de 2026. Con esta ampliación se daría más margen a las empresas para adaptarse.
Requisitos técnicos y nuevas funcionalidades en los sistemas de facturación
Uno de los puntos centrales de esta normativa es la incorporación de un código QR en cada factura emitida a partir de 2026. Esta medida permitirá el acceso directo a la información contenida en la factura, incluyendo el NIF del emisor, el número de serie, la fecha y el importe total. Además, las facturas deberán llevar la leyenda “Factura verificable en la sede electrónica de la AEAT” o “Veri*factu”, asegurando así la autenticidad y trazabilidad de cada documento.
Otra de las funcionalidades es que los sistemas de facturación deberán prevenir la ocultación, manipulación o modificación de los datos contables. Para lograrlo, se deberán integrar mecanismos de detección de alteraciones y conservación de registros de facturación de manera que estos sean trazables, legibles y verificables en el tiempo.
Por último, la Agencia Tributaria ha anunciado la creación de una aplicación gratuita de intercambio de información, dirigida especialmente a empresas con un volumen de facturación reducido, es decir, aquellas que emitan menos de cien facturas al año.
Conclusión
Este retraso en la implementación del intercambio automático de facturación supone una oportunidad para que las empresas adapten sus sistemas a las nuevas exigencias sin verse sobrepasadas. Sin embargo, también conlleva nuevos desafíos tecnológicos para los desarrolladores de software de facturación.
Desde Visionwin seguimos comprometidos con ofrecer soluciones de facturación actualizadas y adaptadas a las necesidades cambiantes de los negocios, garantizando así su correcta adaptación a las nuevas normativas fiscales y ayudando a nuestros clientes a avanzar en el proceso de digitalización.