No existe duda alguna, si hay un tema que lleva de cabeza a las empresas, máxime si son Pymes, es la
gestión y contabilidad de la organización en su día a día. Salarios y nóminas,
altas y bajas, vacaciones, retenciones…
Una de las gestiones más importantes son los
salarios de la plantilla: veamos el por qué.
Cuando vamos a una oferta de trabajo y nos informan del sueldo a cobrar, la cifra siempre es en bruto, a continuación, suelen añadir otro dato, si son 12 o 14 pagas. Por tanto, es importante saber a qué se refieren y tener así una idea clara y certera del sueldo mensual a percibir.
Pero comencemos por lo básico, vamos a definir qué significa «bruto y neto».
El sueldo bruto es el salario que percibe el trabajador o trabajadora por su trabajo en la empresa, es decir, es el salario base más los complementos salariales como antigüedad, nocturnidad, horas extras, toxicidad, mejoras… y que verás anotado en la nómina como «total devengado».
Sin embargo, ese no será el montante final que percibiremos, ya que a este salario bruto habrá que descontarte la aportación a la Seguridad Social y el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
El sueldo neto es, por tanto, el salario que percibimos una vez se han descontado las retenciones del IRPF y las cotizaciones a la Seguridad Social.
Importante: Los sueldos inferiores a 14.000 euros están exentos de IRPF.
Si eres autónomo lo deberás tener en cuenta a la hora de facturar. Cuando facturas un producto o servicio, el coste que pondrás en la factura es el bruto (en él tendrás en cuenta el coste de elaboración y el margen necesario de beneficio). Mientras que el precio neto (precio final de venta) es el que sí especificará los impuestos.
La fórmula a utilizar es:
Precio neto (el de venta) = Precio bruto – IRPF + IVA
En cambio, si eres empresa, hablarás de beneficio bruto y neto. Es decir, al beneficio bruto deberás
restarle los gastos generales de realización, los impuestos, los intereses y la depreciación.
La fórmula a utilizar es:
Beneficio neto = beneficio bruto – impuestos – gastos generales – intereses - depreciación
Pasos para calcular el sueldo neto
Teniendo en cuento lo comentado en el punto anterior, y a modo de pequeño resumen, para que puedas calcular cuál sería tu sueldo neto deberás seguir estos pasos:
Aportaciones a la Seguridad Social. Son el 6,35% del salario bruto. Eso sí, a partir de 49.000 euros estas aportaciones serán de 3.101,42 €.
IRPF. Las retenciones de IRPF van a tener en cuenta algunas circunstancias familiares como si tienes hijos menores o familiares a tu cargo que sean mayores de 65 años, así como si tienen o tienes grado de discapacidad y otras cuestiones variables (retribución flexible, complementos, etc.). Lo importante es que recuerdes que los salarios hasta los 14.000 € están exentos de IRPF.
No obstante, la Agencia Tributaria (AEAT) tiene un programa que calcula las retenciones.
Dado que hablamos con asiduidad de el salario mínimo interprofesional (SMI), queremos aclarar que este salario es en bruto y que, por tanto, una vez aplicadas las deducciones de la Seguridad Social y las del IRPF, la cantidad neta resultante será la cuantía que se percibirá en la nómina.
En resumen, si nos queremos referir a la cantidad real de la que dispondrá la persona trabajadora, deberemos hablar siempre del salario neto a percibir, ya sea este anual o mensual.